¿Por qué escribe
el escritor? ¿En busca de fama, dinero, evasión, creación? Las
teorías a este aspecto han sido siempre cambiantes y enfrentadas,
pero puede decirse que a día de hoy, con lo aportado al tema por
todos los estudiosos de la literatura y grandes literatos, que hay
cinco motivos que llevan al artista a crear. Estudiaremos
seguidamente los cinco.
Una teoría no muy
antigua, que data del siglo XVIII, es el arte por el arte, defendido
por personalidades como Wilde, Kant, Countier o Poe. Qué decir de
esta corriente. Según los fervientes defensores de esta teoría, el
arte es un fin en sí mismo, y el único motivo para crear es
contemplar la obra creada. Así, el autor de literatura no busca sino
crear algo bello para contemplarlo. Puede decirse que hasta la
aparición de esta teoría, todo era o hedonista o moralista.
Dice Kant en su
Crítica de Juicio, ‘’el sentimiento estético es ajeno al
interés de orden práctico.’’
Con el romanticismo
llega el apogeo del arte por el arte; se considerará a éste el
único medio capaz de revelar al hombre lo infinito. Dice el gran
Poe: ‘’se ha considerado que el objetivo de toda poesía es la
verdad, pero no hay poema más elevado que ese poema que es poema y
nada más, ese poema escrito por ser poema’’
O. Wilde, otro gran
maestro, presenta en el prefacio del Relato de Dorian Gray sentencias
como ‘’los libros no son morales o inmorales en modo alguno; los
libros están bien o mal escritos, eso es todo’’. En otras obras
suyas también carga contra el carácter moral de muchas literaturas
y proclama la total superioridad de aquellas obras en las que el
objetivo es crear algo bello, siendo la belleza prácticamente lo
único importante en Wilde. ‘’La finalidad del arte consiste
simplemente en crear estados del alma.’’
Theofilo Countier
llega a afirmar que algo útil es siempre feo, y a más inútil, más
bello. Esto nos trae de nuevo a la mente a O. Wilde y su concepto de
la belleza, que llega a ser para él lo único importante. Puede
decirse que Lord Henry, personaje de Wilde, habla frecuentemente en
nombre del arte por el arte. En cualquier caso, dice Countier que
‘’el objeto más útil dela casa es el retrete’’.
Por último, un
Baudelaire muy influenciado por Poe se ríe de cada escuela literaria
por intentar todas ‘’moralizar’’, ya sea hacia un lado u
otro. Esto es, le parece igual de mal que algunas escuelas traten de
inculcar la moral burguesa que otras inculquen morales socialistas;
ambas yerran de forma indecorosa.
Tamaña relevancia
tiene también el arte como medio de evasión. Cuantos genios han
escrito por este motivo no lo sabe ya nadie, pues son incontable;
entiéndase en cualquier caso, que no todo escritor que lo pasara mal
en la vida debe ser encasillado aquí; Edgar Allan Poe, por ejemplo,
uso la literatura como medio evasivo, pero no puede considerársele
como un autor de esta categoría; él es muchísimo más.
De cualquier forma,
vayamos a lo que nos atañe. ¿Qué motivos pueden llevar al autor a
refugiarse en su obra? Pues pueden enumerarse tres:
Un conflicto con la
sociedad que le rodea, a la cual él no entiende y la cual no le
entiende. A ojos del autor, son bastos, mediocres…
Otra motivación es
la tortura íntima a la que puede llevarse el autor.
Por último, la
negación del universo que le rodea, que es considerado absurdo.
Son también
mencionables los medios mediante los cuales el autor se escapa de la
realidad. Son seis.
El refugio en la
infancia, que se recuerda como la época feliz, mejor que la actual.
Remontarse a tiempos
o lugares remotos, como la época clásica, oriente…
La creación de pj.
que viva y cumpla los sueños del autor.
Equiparar la
literatura a la religión, poniéndola a su nivel y dedicando su vida
a ella como un monje haría con ésta.
El ensueño, las
drogas.
Otro tercer motivo
que lleva al artista a hacer arte es la literatura como conocimiento.
Esta teoría estaba ya en época clásica, y será al mismo Platón y
a sus teorías a quienes veremos en primer lugar.
Decía este que el
creador está un escalón por debajo de los dioses, primeros
creadores, y aun un paso por detrás del artesano, pues este crea
algo palpable mientras el escritor ‘sólo hace literatura’. Dice
que el autor, ‘’guiado por alguna deidad o locura, entra en un
estado de éxtasis en el que es capaz de crear, y sin esta ayuda
divida le sería imposible.’’ ‘’El poeta es algo leve, alado,
vano.’’ No ve capacidad de aprendizaje en la literatura, sino en
la filosofía, que para Platón es mucho más elevada que la
literatura, que no es sino algo ‘’necesario para aquellos
incapaces de hacer filosofía’’.
Su alumno
Aristóteles se situaría en una posición muy contraria; él eleva
al poeta al nivel casi del filósofo. Dice que la obra literaria sí
es objeto de estudio y sí sirve para el conocimiento. Esta incluso
por encima de la historia porque esta trata problemas concretos y
aquella universales.
Tras la dorada época
clásica no sería hasta el romanticismo cuando volvería a hablarse
de la literatura como conocimiento. ‘’Es la única vía de
conocimiento hacia la realidad profunda del ser’’
Cervantes, Kafka…
hay tantos grandes maestros cuya literatura revela verdades humanas
que antes se desconocían o apenas se presentían, que dudar de la
importancia y existencia de la literatura como conocimiento es
inaceptable para cualquier filólogo.
La catarsis es otra
función tan antigua como la literatura como conocimiento. En efecto,
es también a los griegos a quienes nos dirigiremos en primer lugar.
Aristóteles dice que ‘’la tragedia es una imitación de una
acción elevada, que se vale de la representación, y no de la
narración, con una extensión, en un lenguaje templado, y que
mediante el terror y la compasión produce la depuración de ambas
pasiones.’’ La catarsis es una depuración de pasiones (Pasiones
en el sentido etimológico de la palabra) Los griegos y sus tragedias
son un flagrante ejemplo de catarsis; piensen en Edipo Rey de
Sófocles, las acciones cometidas por Edipo lo llevan inexorablemente
a la máxima destrucción, pues también sus pasiones fueron
ingentes. Matar a un anciano, que además es su padre, y acostarse
con su madre, aun sin saberlo, es motivo de la mayor de las
calamidades; el espectador ve la obra y piensa ‘’Me podría pasar
a mí’’, y obra en consecuencia.
No es el Edipo Rey
sino un buen ejemplo, pero hay muchos más en el mismo Sófocles:
Ayante, Antígona… la mayoría de las tragedias griegas tenían una
función de Catarsis.
Más allá de los
clásicos encontramos dos tendencias de catarsis enfrentadas: la
moralista, liderada por Vicenzo Maggi, y la mitridática, defendida
en el XVI. Esta es fiel a la idea de Aristóteles sobre la catarsis,
y aquella aboga por que la misma función puede depurar otras
pasiones más allá del terror y la compasión.
Para cerrar esta
función literario, hablaremos de una frase del maestro Unamuno.
Dice, ‘’la catarsis es una valerosa asunción del dolor y la
fatalidad del hombre frente a su destino.’’
Otra teoría más
moderna es la literatura como compromiso. Dice Heidegger, ‘’el
hombre es un es-tar-en-el-mun-do de forma activa’’ El hombre, que
sólo vive una vez, se realiza en el tiempo, en la historia. Estas
ideas afectaron en Sartre, quien se pregunta ¿qué es escribir?
¿Para quién? ¿Por qué? Y las responde. Dice que escribir es
‘’desvelar al mundo, y singularmente al hombre a otros hombres a
fin de que estos anuncien, ante el objeto así denunciado, su
responsabilidad plena.’’ ; Escribir porque aunque el hombre puede
explicar el mundo es necesario despertarlo’’; por último, ‘’
escribir para el que está conmigo, y no para la
eternidad.’’Diferencia entre la Hexis, que es literatura de
consumo, como Harry Potter o Juego de Tronos, y la Praxis, o
literatura por compromiso, que nace de una decisión libre del autor
y cuyo fin máximo no es vender.
Como conclusión
puede decirse que las tendencias más sobresalientes a lo largo de la
historia han sido la formal y la moral. Los formalistas consideran la
literatura como dominio público autónomo con normas y objetivos;
los moralistas argumentan que este arte ha de integrarse en la
actividad del hombre. A E Silva rechaza las soluciones parciales; él
aboga por una solución en la que literatura es conocimiento,
compromiso, evasión y catarsis. He de decir que en mi opinión,
contraria a la de Silva, no hay literatura más elevada que aquella
participe en el arte por el arte, como Wilde defendía.
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