El mágico reportaje de la rica Cristina. Conocedor del amplio mundo y de la pequeña España, sepa quien no sepa qué son los 44 de V.O.X.: 44 humanos que votaron a un partido conservador, al más conservador, que no es de mi devoción, en un pueblo en el que el 98% por cierto vota a podemos (lo más izquierdo). Entiéndase que ni siniestros etimológicos ni aquellos diestros no menos infectos me son aceptables. Surge aquí la sucesión de los hechos, con sus causas y posibles consecuencias. Está esa superioridad de áurea moral que se les da estos días a los menos conservadores; el creer que el votante de izquierdas, el que se llama feminista o el filántropo por lo general analfabeto, es mejor ser humano que el que no se llama por esos títulos. Esta es la razón por la que V.O.X. consigue la friolera cantidad de12 escaños en mi tierra, Andalucía. Y dirán que triunfa el poder económico, lo facha, lo malo, pero no es verdad. Todo político desprende, en mi opinión, un hedor nauseabundo y vo