Ir al contenido principal

Análisis literario de ''Un sueño dentro de un sueño'', de Edgar Allan Poe.



Sobre el proceso creador del poeta se ha hablado desde que el mundo es mundo, y ‘’ni los más profundos análisis psicológicos han conseguido diferenciar los procesos mentales que llevan a la creación de una obra maestra con los de un artista de tercer orden’’. Aún así, sí puede un lector astuto diferenciar un buen poema de uno no tan bueno. ¿Y por qué es uno menos bueno que otro? Sin duda, la lectura de ‘’Teoría de la Literatura’’, de A. E Silva, ayudará al lector a profundizar en este aspecto; aquí sólo se dirá que una buena obra literaria tiene intenciones y cualidades estéticas y que usa un lenguaje que dista del habitual, el denominado lenguaje literario (Caracterizado por el uso de la ambigüedad, las figuras…). En cualquier caso, puede estudiarse y saberse por qué un buen poema es un buen poema. No se me ocurre mejor forma de esclarecer tan oscuro tema que con un ejemplo.


Nos centraremos ahora en el poema de Poe ‘’ Un sueño dentro de un sueño’’. Por hacer el análisis que nos permitirá juzgar el poema ágil y fluido, trabajaremos sobre una traducción al español; así, no podrá el lector apreciar el metro usado por el artista. Podríamos, evidentemente, usar un autor español y analizar la métrica, pero en realidad es más que suficiente el contenido para saber cuándo un poema es una obra maestra. Efectivamente, si analizáramos sólo el metro y la musicalidad del poema inglés, encontraríamos que es una obra maestra también en esos aspectos, pero este estudio no se centra en por qué un endecasílabo es menos solemne que un alejandrino, sino que trataremos de hacer visible al lector por qué ‘’El Retrato de Dorian Gray’’ es una obra infinitamente superior a ‘’Harry Potter’’. Por último, entienda quien esté delante de estas líneas que seleccionamos un poema por su brevedad y carga de contenido.


En la lectura de toda obra lírica debemos sin duda intentar entender qué significa cada palabra, cada coma, y cada tropo. Así, verso a verso, intentaremos ver de forma diáfana qué quiere decirnos Edgar Allan Poe. No puedo sino pedir disculpas ante la abrumadora tarea que intento llevar a cabo, pues no creo que haya algo más atrevido y vanidoso que intentar explicar a Poe o a algún literato de su nivel.


He aquí el poema:


¡Toma este beso sobre tu frente!
Y me despido de ti ahora,
No queda nada por confesar.
No te equivocas, tú que estimas
Que mis días han sido un sueño;
Aún si la esperanza ha volado
En una noche, o en un día,
En una visión, o en ninguna,
¿Es por ello menor la partida?
Todo lo que vemos o imaginamos
Es sólo un sueño dentro de un sueño.

Me paro entre el bramido
De una costa atormentada por las olas,
Y sostengo en mi mano
Granos de la dorada arena.
¡Qué pocos! pero cómo se arrastran
Entre mis dedos hacia lo profundo,
Mientras lloro, ¡Mientras lloro!
¡Oh, Dios! ¿No puedo aferrarlos
Con más fuerza?
¡Oh, Dios! ¿No puedo salvar
Uno de la implacable marea?
¿Es todo lo que vemos o imaginamos
Un sueño dentro de un sueño?




Ahora trabajaremos la obra verso a verso.

En efecto, lo primero que vemos en el primer vocablo es que el poema se dirige a alguien. No está gritando al cielo, ni susurra en su habitación; está frente a alguien a quien habla y a quien besa en la frente. Esto es, está ante alguien a quien trata de proteger. En el segundo verso, un escalofrío empieza a recorrer la piel de más de un teórico de la literatura que sabe qué viene a continuación.

Ahora, tras el beso en la frente, se despide. No sabemos si va de viaje o si es un niño que va al colegio; no sabemos si se va el receptor del mensaje o si es el emisor quien parte; no sabemos.


‘’No queda nada por confesar’’: sólo quedamos libres de confesión tras la muerte. Sí, aquí, en el tercer verso, el poema nos dice que habla y protege a un difundo.

En verdad, no queda claro en el poema original si el cuarto verso se dirige al difunto (yo mismo he traducido el verso para este estudio), y por esto es difícil analizar su significado sin tener en cuenta la inmediata continuación de la obra. De hecho, esta otra traducción de ambos versos es perfecta:‘’No se equivoca quien estima/que mis días han sido un sueño;’ podemos apreciar aquí qué significa eso de la ambigüedad. Pero sigamos a lo que andábamos; ahora, frente al cadáver de quien quiere proteger, no niega que su vida haya sido un sueño. Esto es, no niega que su vida haya sido falsa, irreal; pone lo real al nivel de lo onírico; la vida al nivel del sueño. ¿Qué es real y qué no? Y esto se lo pregunta frente al cadáver que besa en la frente y de quien se despide ‘’ahora’’.

‘’Aun si la esperanza ha volado/ en una noche en un día/En una visión o en ninguna/’’ La esperanza, el último refugio de quien lo ha perdido todo; aquello que mantiene cuerda a la madre que no sabe de su hijo; aquello que, frente al caos, enciende una luz que seguir; aquello que no se pierde jamás. Ha volado la madre absoluta de todas las fes; ha volado, cual pájaro cuya rumbo no conocemos y a quien no volveremos a ver más. ¿Qué más da que lo haya hecho en una noche o en un día? ¿Qué importa si fue real u onírico? Nada, porque sus días han sido un sueño, y sus días fueron noches, y su luz fue oscuridad. ¿Qué más da si fue ‘’en una noche o en un día,/ en una visión o en ninguna/? ¿’’Es por ello peor la partida’’? ¿Qué partida? La muerte de un ser querido, claro.

Y llega el fin de la primera estrofa: ‘’Todo lo que vemos o imaginamos/es un sueño dentro de un sueño.

Un sueño dentro de un sueño. Lo onírico del sueño. Lo irreal de aquello que nunca a pasado. Lo falso de lo que no es material. Lo subjetivo de lo que no tiene objetividad. Eso es todo lo que vemos o imaginamos, porque lo que vemos y lo que imaginamos es lo mismo. ¿Qué diferencia puede haber entre el sueño que vemos y el sueño que imaginamos? Ninguna. Ambos son sueños dentro de un sueño.


‘’Me paro ante el bramido/ de una costa atormentada por las olas’’ En realidad, cualquier lector recurrente de poesía llega rápidamente a la imagen que nos propone el poema. Se para frente a la fuerza abrumadora de la naturaleza, inmensamente más grande que él; se para frente a la misma naturaleza que nos trae la muerte; ante la misma naturaleza que le ha traído la muerte a quien quería proteger. No es tan fácil de ver, en cualquier caso, que ahora ya no habla al difunto, sino que está frente al mar; ya no está despidiendo, sino que ahora enfrenta; enfrenta las terribles olas que azotan la costa. ‘’Y sostengo, entre mis manos,/ granos de la dorada arena’’ . Este tropo también parece fácil de identificar. ¿Quién no ha sostenido en sus manos los granos de la arena de la playa y ha visto y sentido como caían poco a poco por entre sus manos? Tampoco parece difícil fijarse en el vocablo ‘’dorada’’, y es que ¿Se refiere el poema al color de la arena, o a la estima que el autor siente por la misma? No parece que se refiera al color, pero, entonces ¿Qué es la dorada arena?

‘’¡Qué pocos! Pero cómo se arrastran/ entre mis dedos hacia lo profundo/ mientras lloro, mientras lloro/’’ Efectivamente, ya había imaginado el lector atento que la arena se cae, pero ahora, cuando el poema hace énfasis en ello, todo cambia. Cuando la arena es poca entre tus manos y no quieres que caiga y no puedes hacer nada, todo termina, máxime si no queda siquiera esperanza. Ahora, falto de fe, no puede retener ‘’la dorada arena’’ entre sus manos, y ésta cae hacia lo profundo, ‘’entre mis dedos’’. ¡Qué desesperación debe sentir quien siente entre sus dedos desvanecerse cuanto ama cuando ya no le queda ni la esperanza! Y, en efecto, nos dice dos veces ‘’Mientras lloro, mientras lloro’’. ¡Qué desesperación!


‘’¡Oh, Dios! ¿No puedo aferrarlos/ con más fuerza?/¡Oh Dios! No puedo salvar/ Uno de la implacable marea?’’ ¿Dios? ¿Cómo Dios? ¿Cómo reza, cómo implora alguien a un dios, cuando no tiene esperanza? Pues cualquier no creyente puede explicar esto; cualquier no creyente que ha implorado al cielo que un ser amado sobreviva tras un accidente sabe qué es rezar sin fe; sabe hasta qué punto es el último resquicio del impotente. Tan impotente se siente, tan desesperado está, que pide aferrar con más fuerza los granos de arena. Ni siquiera sabe si eso funcionaría, pues ya sin esperanzas apenas puede apretarlos. El poema implora no ya la salvación de la arena, sino una vía que pueda ayudarle a coger las riendas de lo que pierde; no pide que la arena quede en sus manos, pide poder luchar para que ésta no caiga. Inmediatamente pide salvar uno; sólo uno. No quiere mantener la arena en sus manos, quiere, primero, luchar por que no se caiga, y segundo, que no caiga absolutamente toda la arena; que entre todo lo que ama, tan incontable como la arena, una sola cosa quede en sus manos. Pero no, la implacable marea, la implacable naturaleza, se lo arrebata todo. Claro, y es que la muerte es parte de la naturaleza. ‘’¿Es todo lo que vemos o imaginamos/ un sueño dentro de un sueño?’’ Antes, cuando hablaba al muerto, afirmaba esto, pero siendo cierto que todo lo que vemos o imaginamos es un sueño dentro de un sueño, uno no puede saber siquiera si ésta afirmación es cierta o si es delirio de un sueño. Así, sin esperanza; ya no frente a lo amado, sino contra la naturaleza que lo oblitera; ya sin un solo grano de la dorada arena entre sus manos; tras haber llorado e implorado a Dios; así pregunta, entre el bramido de una costa atormentada por las olas, si todo lo que vemos o imaginamos es o no un sueño dentro de un sueño.



Se habrá dado cuenta el lector que en ningún momento se hace referencia aquí a si el muerto es amigo, pareja, amante, familiar o mascota del autor; claro, y es que el poema no dice nada al respecto. Yo, conocedor de la biografía de Poe, imagino que o bien es una de las mujeres con quien se casó y murió, o es una amante ficticia que no existió. Mirar esta parte de su biografía en particular me parece un acto vano que no puede ayudarme a entender la obra.

Espero que este estudio ayude a alguien y no moleste demasiado, que permita algún día a alguien entender un poema que no entendía, y, por último, espero releer esto en treinta años y pensar que no entendí nada del poema. Creo que esto hablaría bien de este estudio y del poema que trabaja.

Nicolás Díaz Anula.El poema narrado.  

Comentarios

Entradas populares de este blog

Jupiter y Calisto. Resumen y mito de Ovidio.

Mito de Jupiter y Calisto. (Narrado)  Es cierto. Nike, Adidas, Burguer King, el Real Madrid, Zara, Microsotf y todas las grandes empresas no ponen su interés en la literatura, mas no debe esto frenar al ser humano de hacerlo. El mito de Jupiter y Calisto, aun no habiéndolo llevado un Tarantino o una Rowling al cine o a la literatura de este siglo, sigue siendo un mito de una belleza incalculable. Dejo aquí links al relato de Ovidio narrado, por si les apetece oírlo. Ahí tienen primero un resumen. Es sin duda el mito de Jupiter y Calisto uno de los más bellos, aunque no de los más famosos, de los mitos griegos. Esta mitología, cargada como está de significado y belleza, nos presenta al dios Jupiter como un lascivo dios que no deja de engañar a su esposa y hermana Hera (Porque Hera es, efectivamente, hermana y esposa de Zeus). En este caso, Zeus viola a Calisto, una virgen compañera de Diana. Ella oculta su embarazo a las suyas, pero al final la descubren y la expulsan del séquit

Edgar Allan Poe | Romance.

Un no tan conocido Romance no tan anónimo como otros. Este escrito por el maestro de maestros Edgar Allan Poe, creador del Cuervo, del Gato Negro y Silencia. Disfruten de este bello poema del sabio entre los sabios.