Para Alguien en el Cielo. Poema de Edgar Allan Poe.
Para mí fuiste, amor,
lo que mi alma añoró todos los días.
Una isla verde en el mar, amor,
el santuario y la fuente como guías
llenos de fruta y de rama en flor,
y todas esas flroes eran mías.
Un sueño efímero tan acariciado,
esperanza radiante que surgiera
sólo para apagarse con el hado.
Grita el futuro con voz venidera
¡adelante! Pero aquí en el pasado
planea mi espírito- ¡sima lastimera!
inmovil, quieto, mudo, horrorizado.
Porque ¡Ay, ay de mí!
se me ha apagado ya la luz de vida
nunca más, nunca más, nunca más.
Así canta la mar en despedida.
Florecerá el árbol por el trueno maldito
y la herida aguila volará.
Mis días son febriles
y de noche mi mente
está donde tus ojos juveniles,
y donde tu pisada reluciente,
en qué sutiles danzas,
por qué eternas corrientes.
Efectivamente, es este un poema enorme. Vayan todos a oírlo, comenten qué les parece, e intenten esplicar qué es este poema de Edgar Allan Poe.
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