¿Dónde han quedado
la limpieza al muerto,
El luto al padre
querido y la crianza
Criada siquiera para
la matanza?
¿Dónde han quedado
el esfuerzo y el huerto?
¿Y el respeto al
agua y al alimento?
La civilización se
los llevó,
y como a los
protegidos por Febo,
o a los Enéadas, se
los llevó el viento.
Ahora no quedan
verdaderos rezos;
ya no venga el primo
al primo, ni sangra
el pueblo por el
hijo. Ya no ama
El primo al pueblo,
ni sangra por rezos;
ya no mata nadie a
Héctor, ni sangra
Ahora el hijo por
un pueblo que no ama.
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