Puede ser la muerte
de uno asequible,
la muerte de un ser
querido,
puede serlo.
Uno piensa en el
dolor,
y en que este pasa,
se va,
huye de uno con el
tiempo.
Uno piensa en el
dolor,
y en verdad,
apenas le tiene
miedo.
Que alguien marche
duele, y uno queda
roto
y herido por poco
tiempo.
Sin embargo,
cuando pienso o
imagino
cómo y cuándo,
alguien que amo
Caronte se lleva de
entre mis brazos,
y cuando cierro los
ojos con fuerza,
y veo su marcha tan
cerca
al visualizarlo
tiemblo,
sin motivo unos
terribles
y vivos escalofríos
surcan mi hígado.
Y es que imaginar
por algún motivo
cómo y cuándo un
ser querido
marcha al olvido,
a uno hace vivir su
muerte,
aunque nunca uno la
haya vivido.
Puede ser la muerte
de uno asequible,
la muerte de un ser
querido,
puede serlo,
pero es mejor no
imaginar
la negra parca junto
a un ser querido.
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