Por fin he llegado a
la conclusión:
Tras tanto meditar
sobre vosotras
comprendí al fin
que dependerá de otras
personas apreciar
la apreciación.
Apreciación de la
realidad vuestra,
vuestra es, pues,
cuanta haya belleza,
belleza distinta a
cualquier belleza,
belleza mejor, más
pura, más vuestra.
Y es el olor y el
cuello y ese pelo
precioso y lascivo;
y son sus risas,
y sonrisas y
llantos: todo es bello.
Los mordiscos,
curvas, amor y senos,
Los gemidos y
desplomes y gritos,
y la piel, el sudor,
los movimientos.
Y son menos bellos
que ellas los vientos;
No lo sabéis, pero
sois lo más bello.
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