Poema al coronavirus.
Están cerradas las calles,
Iglesias, negocios, casas,
Y hasta de algún hombre el alma
Se ha confinado a algún Hades,
Y sufren en este encierro
De las gentes la piedad,
O su propia soledad,
U otro tan terrible fierro.
Y en este rompido sueño
Que del hombre el mundo rompe
Se hacen a Dios nuevos loores,
Y del cielo nuevos dueños.
No valió tanto la vida,
Nunca tan poco la muerte;
Que el que sigue vivo viva,
Solos nos deje la muerte.
Vive Dios que el hombre muere,
Y por ello vive, anhela,
Ama, yace, abraza y muere,
y cuando alguien muere, riela.
Y si ha de vencer la parca,
No haya dios que desconozca
Que el hombre se esconde en casa
Y por vivir tira su honra.
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